Close up de ojo con una parvada dentro del ojo

No estoy llorando, tengo un cuento metido en el ojo

Reseña de Un pájaro en el ojo de Xóchitl Olivera Lagunes

Hace poco charlaba con una amiga sobre la diferencia entre las emociones y los sentimientos. Encontró que una emoción es una reacción a un estímulo, en términos generales. Y el sentimiento es la emoción sumada a su contexto cultural. Así, se ancla más a la realidad y permanece por mayor tiempo. Sin embargo, en una sociedad donde recibimos tantos estímulos no tenemos certeza de qué sentimos y por qué lo sentimos. Por eso, considero Un pájaro en el ojo una resistencia contra la desensibilización. Aquí veo una propuesta para volver a vincular las emociones con símbolos y experiencias, y así llenarnos de sensaciones y sentimientos con un sentido (quizá la raíz de las palabras sentimiento y sentido esclaresca esto). Casa Futura Ediciones publicó este libro en el último mes del 2021, con Jovany Cruz de encargado de este gran aporte al cuento fantástico y de terror.

Desde el título, este libro de la escritora mexiquense ya nos propone una sensación con implicaciones peculiares. Tener una cosa metida en el ojo. Pero no es la mera molestia ocular, sino que le añade matices a la sensación. El cuento homónimo desarrolla esta idea. La protagonista sufre, literalmente, de un pájaro dentro de su ojo. Si bien se le podría comparar con una irritación regular, la narradora nos propone su origen como un misterio, donde lo importante no es el cómo surgió ni el por qué, sino el cómo resolverlo. Por eso juega con el origen, con algo de humor, a la mitad del cuento. La protagonista se hace la pregunta de cómo es que llegó ahí el pájaro. Más tarde, una curandera le ayuda con su cuestión.

 ¿Y entonces cómo hago que se vaya?

 No puedes. ¿O a poco crees que se te metió? ¿Cómo se te va a meter un pájaro en el ojo? Nomás no se puede, es sentido común.

[…] Cuando lo decía en voz alta sí sonaba ridículo.

La compasión cierra la historia, de una maravillosa manera, conmovedora. Y pone sobre la mesa reflexiones sobre la empatía con los seres vivos en general. Es un tema recurrente lo largo del libro, en especial al referirse a los animales.

Sin embargo, no solo se les da chance a los animales, sino que los empodera. Los cuentos Melinda y Crisálida narran cambios irreversibles en los cuerpos de las protagonistas, por ende en su destino, donde las presencias de los animales juegan papeles clave. No diré cuál es el cambio, tú lo descubrirás cuando los leas. Lo que sí diré es que las dos narraciones representan ejemplos de cómo la naturaleza a veces reclama lo suyo, y el poder pierde su eje antropocéntrico para desplazarse también hacia las demás fuerzas que rigen el mundo. Aunque las resoluciones son fantásticas y tienden a alejarse de nuestra realidad, se plantea esta cosmovisión. 

Además, aquellos personajes cercanos a las virtudes de la naturaleza gozan de poderes. Este caso se presenta en los cuentos El vuelo de su vestido floreado y Naturaleza muerta. La chica del primer cuento aprende sobre herbolaria medicinal y usa las facultades de las flores de jacaranda para vengarse de su expareja. La abuela del segundo cuento le da vida a un jardín con su fuerza vital. Su ausencia deriva en que todo se marchite, conflicto que guía la trama.

Como el lector puede haber notado, la mayoría de protagonistas son mujeres. Además, son heroínas que sufren en sus viajes. En este sentido, Xóchitl se incorpora a las narradoras de terror y fantástico de Latinoamérica al retratar a mujeres en situaciones complejas, a menudo sin solución. Y a pesar de que las condiciones las sobrepasan, juegan un rol activo. Estos destinos trágicos y misteriosos torturan al espectador, como en Sirenas, donde la protagonista y su madre son atadas por un pequeña mujer con cola de pez llamada Liberia. En esta historia, Liberia solo encanta mujeres, así se reconstruye el mito de las sirenas, pues los hombres eran las principales víctimas. En Hormigas, la protagonista está sumida en un vórtice de tormento físico a causa de una comezón bajo la piel, sensación que va in crescendo. Su único bálsamo temporal es golpearse contra la pared.

Vale destacar la última tercia de cuentos. Abordan una problemática muy presente en México y el resto de Latinoamérica, la violencia. Si bien podría ser extratextual, diría que es el caldo de cultivo donde nacen las anécdotas. Se narra algo como un secuestro en No te muevas, y digo “algo como un secuestro” pues no puedo mencionarlo sin estropear el funcionamiento del cuento. El agua escurría a raudales cuenta la historia del hijo de un policía chueco (corrupto) con una mamá que trabaja y no lo puede cuidar todo el día. En lo personal, esta historia fue la que más me destrozó. Por último, se retrata la desaparición de una mujer en Semillas de sauceLa belleza del tono poético con el que narra lo hace más trágico.

Reitero, aquí experimentamos nuevas sensibilidades. Signos, contextos, emociones, sentimientos, sensaciones. Después de leerlo, se tienen más recursos para volver a sentir el mundo, ya sea de las maneras que nos presentan o reflexionando a partir de ellas. Podemos coincidir, o no, con ciertas vivencias o emociones descritas libro. Pero la propuesta está hecha y Xóchitl la pone sobre la mesa. Algunas visiones son polémicas, como la representación de una otaku en Live note, que no duda en retratar a detalle. La protagonista compra animé priata, regatea su precio, come chatarra, su hermano comenta sobre su aspecto, toma leche directo del cartón, no duerme en toda la noche y medio día viendo una serie, etc. Retoma la idea de la clásica death note, pero de manera inversa, puesto que la protagonista puede revivir a quien quiera al escribir su nombre en una libreta. Anhela revivir a su madre, y la historia se complica.

Este es su debut de libro de cuentos. Ahora vayan y léanlo, no se arrepentirán. 

Germán Robles Pérez